Unas 200 especies de ardillas viven en todo el mundo, con excepción de Australia.
La ardilla más pequeña se llama, acertadamente, ardilla pigmea africana
y mide unos 13 centímetros de la nariz a la cola. Otras ardillas
alcanzan un tamaño sorprendente para aquellos que únicamente conocen las
ardillas comunes de los árboles. La ardilla gigante hindú mide casi un
metro.
Al igual que otros roedores, los cuatro dientes frontales de las
ardillas nunca dejan de crecer, por lo que no se desgastan. Las ardillas
de los árboles son las más conocidas. Suelen verse correteando con
mucha gracia y saltando de rama en rama. Otras ardillas viven en
madrigueras o túneles, donde algunas hibernan.
Este tipo de ardillas “de suelo” comen frutos secos, hojas, raíces,
semillas y otras plantas. También pueden atrapar y comer animales
pequeños, como insectos u orugas. Estos pequeños mamíferos tienen que
estar siempre en guardia, pues para algunos depredadores son exquisitos
bocados con pocas defensas naturales, salvo las ardillas voladoras. A
veces hay grupos de ardillas “de suelo” que trabajan juntas para
protegerse y advertirse con una especie de silbido cuando sienten que el
peligro les acecha.
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